'Plantón' por la dignidad de las víctimas de violencia sexual

"Exigiremos que el Estado colombiano tenga en cuenta el cumplimiento de los derechos de las mujeres víctimas de violencia sexual". Las mujeres del Plantón de la pantaleta (la Concentración de la braga), exigen justicia y el cumplimiento e implementación de los Acuerdos de Paz.


El pasado 25 de mayo, Día Nacional por la Dignidad de las Víctimas de Violencia Sexual, diversas organizaciones se reunieron en el Camellón de los Mártires de Cartagena de Indias en un acto simbólico, el Plantón de la pantaleta, para visibilizar y sensibilizar sobre la situación de acceso a los derechos de las víctimas de violencia sexual en Colombia "para que el Estado colombiano sepa que tiene una gran responsabilidad en temas de derechos y cumplimiento de derechos".

La acción, apoyada por el Movimiento por la Paz -MPDL- en el marco del proyecto Mujeres y jóvenes agentes locales de construcción de paz en Cartagena financiado por el Ayuntamiento de Barcelona, estaba dirigida a organizaciones de mujeres, organizaciones sociales, organizaciones de víctimas y movimientos de mujeres de Colombia, país en el que trabajamos desde hace más de dos décadas.

Con ella, las más de 70 mujeres reunidas destacaron la gran deuda que el Estado colombiano tiene con las mujeres víctimas de violencia sexual en temas de derechos humanos y acceso a la justicia. “Exigiremos que el Estado colombiano tenga en cuenta el cumplimiento de los derechos de las mujeres víctimas de violencia sexual. Las mujeres víctimas de violencia sexual exigimos justicia. Las mujeres víctimas de violencia sexual exigimos el cumplimiento de la Ley 1719. Las mujeres víctimas de violencia sexual exigimos el cumplimiento y la implementación de los Acuerdos de Paz”, manifestaron en su llamamiento.

En el Plantón de la pantaleta, las mujeres llevaron a cabo una puesta en escena donde formaron un círculo presentando mensajes alusivos a la exigibilidad de derechos. El tendido de bragas de diferentes tamaños y colores sirvió para visibilizar que la violencia sexual ha afectado a todas las mujeres en Colombia, independientemente de su edad, raza y clase social, y reivindicando la importancia de que las víctimas sean atendidas. Con dos cuencos de agua, en el primero depositaron simbólicamente sus dolores y tristezas y en el otro, al final del acto, sus sueños y proyectos.