La solidaridad se enseña, se aprende, se contagia, se vive día a día
Como en el conjunto de la organización, en el Movimiento por la Paz -MPDL- Sevilla y Huelva entendemos la solidaridad como una actitud, una manera de ser y actuar para contribuir a mejorar las condiciones de vida de personas y colectivos. La solidaridad se enseña, se aprende y se contagia día a día.
Trabajamos para promover los valores, comportamientos y actitudes que favorecen la Cultura de Paz en el entorno escolar y social con el compromiso e implicación activa de personas voluntarias y solidarias que aportan tiempo y esfuerzo en nuestra labor en:
Educación en valores
La educación en valores con adolescentes es indispensable para promover actitudes como la solidaridad. Por ejemplo, la clarificación de valores, la discusión de dilemas morales, el diagnóstico de situaciones, la comprensión y visión crítica de la realidad contribuyen a reforzar actitudes y valores en los alumnos y alumnas participantes en los proyectos educativos de la entidad y que cuentan con la inestimable labor de voluntarias y voluntarios como Pilar Blanco y Juan Palma.
Dos ejemplos de actividades que corresponden a estrategias de educación en valores en la provincia de Huelva en las que se han implicado activamente, son la yincana “Convivencia intercultural por un mundo sin fronteras" y la Exposición “Dos orillas del desarrollo” realizadas con el objetivo de promover valores de solidaridad, fomentar actitudes de respeto a la diversidad humana, educando, sensibilizando y transformando desde la educación en valores y la Cultura de Paz.
Juan nos comenta que el trabajo realizado con adolescentes desde metodologías dialógicas, cooperativas y socio afectivas es necesario y a la vez muy enriquecedor. Considera que “una sociedad mejor requiere la movilización y el empoderamiento de los y las jóvenes de hoy”.
Apoyo a la integración social.
Fabio Lima y Luis Miguel Millán son voluntarios hace más de un año, según sus propias palabras, supieron de la necesidad y encontraron la oportunidad de aportar su tiempo y conocimiento a la labor humanitaria y solidaria que realizamos con personas migrantes y/o solicitante de asilo y refugio.
Luis Miguel, recién jubilado y maestro de profesión, tenía referencias de la organización y se sentía identificado con nuestros valores. Por ello, cuando tuvo la oportunidad, se incorporó como voluntario en la enseñanza de castellano, una labor que realiza dos veces a la semana y que le ha ayudado a ser más empático y tener una jubilación activa “ocupa-acción” como él lo define.
Fabio, participa como entrenador de fútbol, superadas las dificultades iniciales, son muchos los jóvenes migrantes con los que ha trabajado, el deporte contribuye a desarrollar múltiples competencias necesarias en su proceso personal y de integración social.
Todas las personas voluntarias coinciden en resaltar la excelente relación, compañerismo y compromiso que existe entre los y las participantes en los equipos de trabajo.