¿Cuál es la situación de la población siria refugiada en Jordania?

¿Cuál es la situación de la población siria refugiada en Jordania?

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A pesar de que el éxodo de población siria comenzó hace más de cuatro años, es ahora, al hilo de la llegada de cientos de miles de personas refugiadas a territorio europeo, cuándo surgen algunas preguntas: ¿por qué vienen a Europa? ¿En qué situación se encuentra la población refugiada siria en los países de acogida de Oriente Medio?


Vamos a tratar de ofrecer algo más de luz sobre estas cuestiones, analizando la situación de la población siria tanto en Jordania como en Líbano (en otro artículo posterior), países en los que trabajamos directamente con este colectivo.

Desde el inicio de la crisis siria, Jordania es uno de los principales países de acogida de población refugiada de dicho país. Según datos de ACNUR, en el país hachemita se encuentran actualmente 615.000 personas refugiadas (51% mujeres y 49% hombres) (1), de las cuales el 80% viven en comunidades de acogida y no en campos de refugiados.

El estatus de refugiado no está garantizado

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la población refugiada siria es la situación legal en la que se encuentra. El Estado de Jordania no ha firmado la Convención Internacional del Refugiado y, por tanto, existen muchas irregularidades y problemas en lo que respecta a su situación legal, sobre todo aquellos que no viven en campos de población refugiada. Ya los informes de ACNUR y de Care International (2) subrayaban que una de las principales demandas de la población refugiada era la falta de permisos de residencia y las vulneraciones de derecho que esto conllevaba.

Según un análisis de necesidades realizado por Premier Urgence (3), en Agosto de 2014 se calculaba que un 4% de los refugiados no se encontraban inscritos dentro del sistema de ACNUR, un 50% se encontraba pendiente de la renovación de su inscripción y un 30% presentaba irregularidades en su carnet del Ministerio del Interior (MOI).

Este vacío legal es aprovechado por las autoridades jordanas para expedir órdenes de expulsión (“bailout”) o intentar conseguir que los grupos familiares que se encuentran viviendo en las comunidades rurales y urbanas sean transferidos a los campos de población refugiada (proceso conocido como “incampment”). Según el mismo informe, un 9% de las familias entrevistadas han recibido amenazas de expulsión de las cuales una de cada cinco son familias cuya cabeza familiar es una mujer, con los problemas que esto representa para ellas.

Vulneración de derechos por motivos económicos

El segundo punto que genera consecuencias vitales en la vulneración de derechos es la situación económica en la que se encuentran las personas refugiadas. Durante el Grupo de Discusión convocado por la Oficina de Naciones Unidas en Jordania en Mayo del 2014, todas las personas participantes manifestaron la falta de dinero y de programas que palien esta situación.

Según el mencionado informe de Premiere Urgence, el coste medio de una casa para una persona jordana es de 98 €/mes, mientras que para un sirio es 148,8 €/mes. En un informe realizado por ACNUR (VAF, Vulnerability Assesment Framework)(4) se calcula que el 86% de la población siria vive por debajo del nivel de pobreza (81,6€ al mes por persona) y, por tanto, es considerada dentro del grado de vulnerabilidad “alta/severa”. Además, un 10% de las personas refugiadas sirias viven por debajo de un nivel de pobreza extrema (33€ al mes).

Según datos de ACNUR, en Agosto de 2015 la asistencia de “cash vouchers” (dinero que se les da para poder comprar comida) se ha reducido a sólo 227.787 casos vulnerables en los centros de acogida y 93.127 dentro de los campos. En los centros de acogida las personas reciben 6,2€ por persona/mes (casos de vulnerablididad) y 12€ por persona/mes (en casos de extrema vulnerabilidad). Para Septiembre-Diciembre ACNUR y las agencias tiene todavía sin financiar el 88% del programa de vouchers.

Mientras tanto, las familias viven de préstamos familiares y ahorros, pero, debido a la prolongación de su condición de refugiado, éstos se están gastando y están poniendo en una situación mucho más vulnerable incluso a aquellas personas que al menos podían permitirse algunos gastos. Hemos de subrayar que debido a la condición especial de las personas refugiadas, la mayoría no tiene permiso de trabajo en Jordania (según un artículo de Open Democracy (5), el Ministerio de Trabajo Jordano estima que 160.000 refugiados se encuentran trabajando y que la mayoría de ellos lo hace de forma ilegal). Además, el Estado de acogida intenta minimizar por medio de amenazas todas aquellas situaciones irregulares. Estas amenazas suelen realizarse por medio de multas las primeras dos veces que la policía encuentra a algún refugiado trabajando, y por medio de la expulsión  la tercera.

Según un informe de Care International, en 2013 un 34% de las familias entrevistadas manifestaban no tener ningún tipo de ingreso y el resto tenían una media de 228€/mes. Aun así, el 72% de los entrevistados manifestaban tener deudas con una media por familia de 600€/mes. Específicamente en Madaba, una de las ciudades donde trabaja el Movimiento por la Paz, este mismo informe recogía que la mayoría de los hogares no tienen ninguna forma de generar ingresos y que esos provenían de donaciones. Esta situación genera que muchos sirios y sirias se encuentren trabajando de forma ilegal y un gran porcentaje de ellos en régimen de explotación. Se ha encontrado un gran porcentaje de casos de explotación laboral, infantil e incluso sexual.

Aunque no existen muchos datos para Madaba y Zarqa (la otra ciudad donde tiene sus proyectos el Movimiento por la Paz), se calcula que en 2014 un 60% de los menores en edad escolar no asistía a la escuela. Durante el 2013 y 2014 ha habido muchas negociaciones con el Ministerio Jordano de Educación para poder paliar esta falta. El gran problema es que no existen instalaciones suficientes para poder dar cabida a todos los menores que han llegado a Jordania durante los últimos años. Una de las soluciones que se tiene que poner en marcha a partir de este curso escolar y que ya se estaba utilizando durante el 2013-2014 es utilizar las escuelas con dos jornadas escolares, una por la mañana para estudiantes nacionales y otra por la tarde para población siria. Este sistema continuaría la separación de las comunidades y podría generar más tensiones entre las mismas.

Mujeres y menores padecen la mayor vulnerabilidad

Tampoco existen lugares públicos para que las y los menores puedan jugar y desarrollar actividades. El informe de Care International de 2013 decía tajantemente que el 100% de los menores no disponen de un lugar seguro donde poder jugar, y por tanto recomendaba que se realizaran actividades psicosociales con menores para dar mayor protección y asistencia a estos menores, a la vez que era esencial que estas actividades potenciaran la capacidad y voluntad de las y los menores a asistir a la escuela o a no abandonarla. Además, el mismo informe indica que dichas actividades psicosociales con menores deberían reforzar los lazos intracomunitarios para generar confianza entre los mismos.

Según nuestras informaciones, en Madaba y Zarqa, al menos un 10% de las cabezas familiares son mujeres. Uno de los mayores problemas que encuentran estas familias y aquellas mujeres no acompañadas es la dificultad de poder alquilar un apartamento debido a la negativa por parte de los propietarios. El informe de Care International así como otros informes mencionan los problemas de seguridad a los que se enfrentan las mujeres temerosas de salir a espacios públicos solas. Esta situación de inseguridad imposibilita que muchas mujeres puedan salir a trabajar, problema que se acrecienta con el gran miedo a la explotación (laboral o sexual) como así afirma el informe de Care.

Se han reportado casos a Care International y ACNUR de ofertas de transacciones sexuales a cambio de bienes no alimentarios o trabajo; también se han reportado casos de acosos tanto en el ámbito laboral como en espacios públicos. El propio informe de Care International menciona casos de acoso incluso por parte de las organizaciones locales que trabajan con los refugiados sirios. No existen muchos datos cuantitativos debido a que la violencia de género suele ser tabú en estas comunidades, pero se puede asegurar que a pesar de que pueda haber rumores mezclados con datos reales el miedo de las mujeres es un hecho e imposibilita la vida normal de las mujeres refugiadas.

1. Ver data.unhcr.org a fecha de 13 Septiembre del 2014 Data UNHCR en http://data.unhcr.org/syrianrefugees/country.php?id=107.
2. Care International  “Syrian Refugees in Jordan Circulation” 2013.
3. Premier Urgence “Multisectoral Assessment November 2013” funded by Swiss Cooperation.
4. UNHCR Jordan Refugee Rsposne Vulnerability Assessment Framework baseline Survey May 2015.
5. We are brothers in the End Ben Benas 16 Abril 2014.