Mi recuerdo de Puri

Hace unos días, el 23 de diciembre pasado, nos dejó Purificación Esteso, Puri, la Vicepresidenta del Movimiento por la Paz.


La conocí hace unos años, cuando Paquita Sauquillo me habló de ella y de su intención de incorporarla a la Junta Directiva del Movimiento por la Paz -MPDL-. Me contó de su historia personal y profesional, y de que venía dedicándose hacia tiempo como voluntaria con nuestra organización con un fuerte compromiso. Y obviamente apoyé con entusiasmo esa incorporación.

Así la fui conociendo. Me impresionó enseguida la presencia en ella de dos valores aparentemente distantes: el rigor con que abordaba los temas, propio de quien había sido Interventora General del Estado, y a la vez la suavidad y dulzura con que se refería a ellos, llena de comprensión sobre los procesos y las personas que gestionaban cada tema.

Porque eso era Puri, rigor y dulzura, seriedad en el trabajo y una sonrisa permanente.

Cuando fui elegido Presidente, enseguida pensé en ella como Vicepresidenta. Necesitaba alguien que me ayudara, nos ayudara, a ver y seguir las cuentas de la entidad con rigor, y a la vez que aportara suavidad y dulzura al día a día y al quehacer del equipo que gestiona esta organización. Y así lo hizo. Y participó en representación del Movimiento por la Paz en diversas plataformas y redes de ONGs, entre ellas la EAPN -la Red Europea contra la Pobreza- en la que dejó una huella indeleble.

La pandemia nos dificultó la relación personal física, pues estuvimos mucho tiempo a base de hablar y vernos telemáticamente, pero no disminuyó un ápice su carácter y su manera de ser.

Muerto su marido, a quien conocí hace años, en circunstancias difíciles; con un hijo en la distancia, los últimos años inmediatos, su cara y su sonrisa se abrieron mucho más con el nacimiento de su nieta Laia. Nos enviaba fotos y videos y pensaba en los viajes respectivos, de la nieta a Madrid y de ella a Colombia. Y de repente se nos fue. El viaje de Navidad a Colombia fue también, en lenguaje machadiano, su último viaje, Una muerte triste como todas, pero imprevista por la edad y condición en que se encontraba Puri. Para el Movimiento por la Paz una gran perdida, para mí, además de una colaboradora fundamental, la perdida de una amiga, siempre dispuesta, siempre al teléfono para comentar los temas, cualquiera que fuera, siempre trabajando en una tarea colectiva al servicio de los marginados de la sociedad.

Esa era para mi Puri. Descanse en paz.

Manuel de la Rocha Rubí

Presidente del Movimiento por la Paz