Cristina Rodríguez, Trabajadora Social del Área de Mujer del Movimiento por la Paz -MPDL-

Programa de Urgencia: El apoyo a las personas en situación de pobreza y riesgo de exclusión social

Cristina Rodríguez es Trabajadora Social del Área de Mujer del Movimiento por la Paz -MPDL- y desarrolla, junto con el resto del equipo y personas voluntarias, el Programa de Urgencia, cuyo objetivo es la intervención social con familias que tienen menores a cargo y no pueden cubrir sus necesidades básicas por falta o insuficientes ingresos económicos.


El Programa ofrece a estas familias una respuesta inmediata para garantizarles unas condiciones mínimas de vida a través de ayudas económicas y planes de apoyo. “Es una ayuda económica siempre acompañada de un itinerario social”, explica Cristina, “se firma un compromiso con las familias de implicación activa”. La mayor parte de personas beneficiarias del programa, más del 50%, son mujeres con menores, familias monomarentales.

El Programa no tiene un enfoque asistencial sino del reconocimiento de la ayuda como un derecho. Incorpora la atención social como parte imprescindible de la intervención, básica para la consecución de objetivos a medio largo-plazo que permitan a las familias gestionarse de manera autónoma e independiente. “Desde el principio les explicamos que es su derecho y hacemos mucho hincapié en eso. A la gente le da vergüenza. Pero es el derecho de las personas”, continúa Cristina, “les impacta un poco que alguien se lo diga. Y cambia todo, la intervención, la relación que estableces con ellos y cómo se desarrolla el programa”.

Como complemento a la intervención de los Servicios Sociales, el Programa de Urgencia proporciona ayuda económica en diferentes aspectos: manutención e higiene destinada a la cobertura de productos básicos; suministros como luz y gas; comedor y escuelas infantiles, así como para otras necesidades, entre las que se encuentran el pago de medicamentos, gafas y prótesis o material escolar.

Además de las intervenciones propuestas, se ponen a su disposición los distintos servicios que el Movimiento por la Paz ofrece a la población en situación de vulnerabilidad de forma integral, asesoría jurídica, atención social y psicosocial, programas de inserción socio-laboral y socioeducativos para familiares y menores. “Este programa te permite avanzar en el resto de las intervenciones,” destaca Begoña Serrano, Responsable del Área de Mujer, “Tiene todo aspectos positivos: de cara a las personas que se benefician de la ayuda, de cara a nosotras como equipo profesional porque nos permite ir más allá y dar respuesta a situaciones en las que antes nos quedábamos bloqueadas. El poder trabajar con fondos en la intervención integral te facilita mucho. Te abre muchas puertas para poder intervenir en otros aspectos que requieren más tiempo”.

La experiencia durante estos tres años ha sido muy positiva, ya que se ha podido dar respuesta a situaciones de urgencia. El año pasado participaron en el programa 297 familias, 1143 personas, que de otra manera podrían encontrarse en una situación de exclusión social. “Es un programa muy motivador a nivel profesional porque ves los objetivos cumplidos”, añade Begoña.

En el equipo dan respuesta a situaciones para las que tienen que encontrar soluciones urgentes, en casos de desahucio, personas con discapacidad y violencia de género. “Trabajamos mucho tiempo con mujeres y llegamos al punto en que ya están empoderadas y tienen las cosas muy claras. Pero el salto, la salida de la situación de violencia, o tienen medios económicos o apoyos, o no se hace. El poder apoyar económicamente a que esa mujer dé el paso para nosotras es clave”, destaca Cristina. “Las familias se sinceran mucho con nosotras y a veces nos han dicho que fue llegar aquí y les abrimos los ojos, supieron qué hacer. Y eso es una de nuestras mayores satisfacciones”.