violencia de genero España

Formación para la igualdad

La segregación por género del mercado laboral sigue siendo una realidad en España. Las mujeres ganan, en promedio, un 16% menos y disponen de una renta inferior, incluidas las pensiones, además de que son las que realizan el 75% de las tareas domésticas y el 66% del cuidado familiar.


En la Formación Ocupacional que se imparte desde el Área Sociolaboral del Movimiento por la Paz – MPDL se incluye un taller de igualdad de oportunidades. El objetivo de estos talleres es visibilizar y aclarar conceptos, principalmente para comprender la realidad en la que vivimos y entender el origen de las desigualdades que se han generado entre hombres y mujeres: las construcciones que históricamente se han ido configurando en nuestras sociedades y culturas sobre lo que significa ser mujer y ser hombre, es decir, el género.

A través de estos talleres, se explica una realidad que sufren especialmente las mujeres, ya que estas ideas de desigualdad se han construido bajo un sistema patriarcal que infravalora su papel en todos los ámbitos de la vida frente a la posición de poder y valoración del papel de los hombres en la misma. La feminidad, en este caso, se ha construido como oposición a la masculinidad.

En ellos se trata la cultura de la violencia y la cultura de la domesticidad, ideas que asumimos desde muy temprana edad, y para visibilizarlo se ponen como ejemplo los juguetes, que fomentan esa educación diferenciada entre hombres y mujeres que acaba transmitiendo inconscientemente ideas como que los hombres están en el espacio público (juguetes de coches, superhéroes, guerreros) y las mujeres en el espacio privado (juguetes de cocinas, muñecas, maquillaje).

Estos talleres intentan enfocarse desde su realidad más próxima y reflexionar sobre ella para que los hombres que acuden se conviertan poco a poco en agentes de cambio. Se abordan temas como los cuidados, para así comprender aquellos términos clave, en este caso, “corresponsabilidad” y “conciliación”, ambos conceptos estrechamente relacionados con el ámbito laboral. Si los hombres cuidaran igual que las mujeres, se plantea, quizás aquellas barreras a las que se enfrentan a la hora de incorporarse al mercado laboral empezarían a desaparecer.

Afortunadamente, los hombres poco a poco se van incorporando al ámbito de los cuidados, pero son las mujeres las que principalmente siguen afrontando las tareas domésticas y el cuidado de los hijos e hijas. Por otro lado, la idea de incorporar a los hombres al ámbito de los cuidados nos llevará inevitablemente a generar otras formas de ser padre o pareja, y por tanto, a crear otras formas de masculinidad que sirvan de alternativa a los modelos tradicionales.