Acompañamiento a jóvenes en grave riesgo de exclusión social

Llevamos a cabo acompañamiento educativo y alojamiento para jóvenes de 18 a 21 años en grave riesgo de exclusión social, procedentes del sistema de protección de la Comunidad de Madrid a través de este programa financiado por el Fondo Social Europeo Programa Operativo 2014-2020, Fondos REACT-UE.



El Programa está orientado a garantizar la cobertura de necesidades básicas de alojamiento y manutención de personas migrantes recién cumplida su mayoría de edad y en situación de carencia de apoyos sociales, familiares y medios económicos, llegadas al mismo por derivación de la Dirección General de Familia de la CAM. Este organismo, junto con la Dirección General de Integración, son los competentes a la hora de supervisar la puesta en marcha del nuevo Acuerdo Marco para el apoyo residencial, dentro del Plan de Autonomía dirigido a jóvenes procedentes del Sistema de Protección de Menores de esta Comunidad Autónoma. Esta acogida va mucho más allá, pues se complementa con un proyecto individualizado de intervención, apoyado por un equipo profesional de intervención integral, encaminado a apoyar el proceso de inmersión social-responsable, autónomo y emancipado- de los/as usuarios/as residentes.

La atención residencial cubre un periodo máximo de tres años (18-21) siempre que se sigan dando situaciones de vulnerabilidad social, psicológica, de salud, o dificultades objetivas para el acceso al mundo laboral, que limiten esa autonomía personal. El perfil de los/as usuarios/as está, pues, determinado por este concepto, por el cual algunas personas están efectivamente en riesgo de padecer exclusión social en esta etapa joven (18-21 años) de sus vidas, dado que al alcanzar la mayoría de edad legal aún carecen de suficientes recursos, habilidades y/o competencias personales para afrontar su vida independiente.

El piso del Movimiento por la Paz es un dispositivo tutelado de acogida, con cinco plazas de capacidad, apto para lograr esos objetivos previstos desde la calidad y calidez imprescindibles; con atención constante de trabajadora social y educador, y apoyos continuados de otros recursos humanos derivados puntualmente por nuestra organización.