Nuestro mayor reto es que las mujeres indígenas conozcamos nuestros derechos: a formarnos, a la salud, a decidir sobre nuestros embarazos, a vivir sin violencia, a manejar nuestros ingresos. La visión de la mujer es mucho más integral. Los hombres identifican desarrollo con construir puentes, salones o carreteras; para las mujeres el desarrollo pasa por la salud de los niños, de las mujeres embarazadas, la educación de los hijos e hijas. Es decir, nuestras propuestas responden a necesidades y problemas reales.