El primer aspecto positivo de nuestra colaboración con el Movimiento por la Paz es que hemos creado las condiciones para agruparnos en una asociación. Hemos recibido formación sobre la vida asociativa y su gestión, y eso nos ayuda mucho en nuestras relaciones dentro de la agrupación. También hemos conocido el trabajo colectivo y sus beneficios. Ha surgido una caja alimentada por cotizaciones, que nos da acceso a pequeños préstamos con los que solucionar problemas de la vida cotidiana.