Laura Marcelli: “No nos olvidemos de las personas refugiadas en el mundo”

Jordania es uno de los países que acoge a un mayor número de personas refugiadas en proporción a su población, con más de 2,5 millones de personas refugiadas registradas. Procedentes de países vecinos, como Palestina, Irak o Siria, el contexto actual en el país y en la región es muy complejo. Hablamos con Laura Marcelli, Responsable del Movimiento por la Paz -MPDL- en Jordania, en el marco del Día Mundial de las Personas Refugiadas.

Dada la inestabilidad constante en la región, la ubicación geográfica de Jordania ha convertido al país en un punto de afluencia de población refugiada. Las complicadas condiciones de vida y de acceso a derechos de las poblaciones siria, iraquí y palestina, sin olvidar a la población jordana, con especial atención a las personas con discapacidad, centran los esfuerzos de nuestro trabajo en el país, donde empezamos a actuar en 1998.

Actualmente estamos presentes en Amán, Zarqa y Mafraq y nuestra labor “se centra en torno a personas refugiadas y comunidades de acogida con discapacidad, el refuerzo de las capacidades de las organizaciones comunitarias que trabajan con personas con discapacidad, mujeres y niñas con discapacidad supervivientes o en riesgo de sufrir violencia de género, y la creación de redes con partes interesadas a nivel internacional, nacional, regional y local”, explica Laura. “La visibilidad, la participación y acceso a los derechos, la mejora de los servicios comunitarios de rehabilitación, la prevención y atención a las mujeres con discapacidad frente a la violencia de género y la inclusión socioeconómica son nuestros principales ejes de actuación”.

La sede en Jordania cuenta con dos proyectos principales, el Convenio de cuatro años financiado por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), Reforzada la participación activa de las mujeres (jóvenes, refugiadas, jordanas y McD) con enfoque integral de derechos en Jordania, y el proyecto de un año financiado por el Ayuntamiento de Ciudad Real, Fortalecida la resiliencia y la protección frente a la explotación y los abusos sexuales entre los refugiados y las poblaciones de acogida con discapacidad, con especial atención a las mujeres y las niñas en Zarqa. A través de estas iniciativas se brinda a apoyo a personas refugiadas y jornadas en dos ámbitos principales: por una parte, dado que uno de los principales problemas en Jordania es la falta de empleo, la falta de empleo digno y muy poco retribuido, “a través del apoyo a la inserción laboral mediante el autoempleo, formaciones, apoyo legal, información sobre posibilidades y fuentes de financiación o a través del capital semilla, que las propuestas más interesantes puedan tener una pequeña ayuda para empezar”, señala.

Por otra, “a través de servicios y atención para personas con discapacidad física o mental con la asociación socia CBR en el centro de rehabilitación del campo de personas refugiadas de Zarqa”, añade la responsable de misión. “Un centro que proporciona servicios de rehabilitación, fisioterapia, logopedia, educación especial y apoyo psicosocial a personas refugiadas del campo y a las comunidades de acogida”.

Están, además, impulsando una app de formación online, “muy útil para contenidos, adaptados a necesidades, accesibilidad… Muy inclusiva, adaptada para personas con discapacidad visual y auditiva”.

El trabajo de la sede en Jordania cuenta con apoyo de personas voluntarias a través de la iniciativa europea de voluntariado humanitario ‘Cuerpo Europeo de Solidaridad’, con un rol muy importante en el equipo. “Es una oportunidad super grande para las personas voluntarias y a nosotras nos ayuda muchísimo”, destaca Laura. “Tener a voluntarias que nos apoyan en según qué tareas y necesidades es muy importante. Aportan también mucho en relación con las socias”.

Porque otra parte muy importante de la labor en la sede en Jordania es el trabajo con las socias y redes a las que pertenece, como el Jordan International Forum. “Hay muchas personas y organizaciones haciendo cosas”, a las que agradecen el trabajo conjunto. “No nos olvidemos de las personas refugiadas en el mundo”, concluye Laura. “La situación sigue siendo muy trágica”.