Durante el mes de diciembre, desde el Área de Mujer del Movimiento por la Paz -MPDL- compartimos una experiencia colectiva muy especial y nos fuimos al Museo del Prado. Lejos de ser una visita convencional, la jornada se planteó como una actividad participativa, en la que todas las compañeras tuvieron un papel activo.

Antes de la visita, cada una eligió una obra del museo y se preparó una breve explicación para compartirla con el resto del grupo. A lo largo del recorrido, fuimos deteniéndonos en distintos cuadros para escucharnos unas a otras, intercambiar miradas y reflexionar juntas sobre el papel de las mujeres en el arte, tanto desde su representación en las obras como desde su lugar histórico como creadoras y artistas, tantas veces invisibilizado o relegado a un segundo plano.

El paseo por pasillos y galerías se convirtió en un ejercicio colectivo de observación crítica, pero también de sorpresa y descubrimiento. Los cuadros abrieron conversaciones sobre poder, cuerpo, simbolismo, ausencia y presencia femenina en la historia del arte, al tiempo que nos permitieron cuestionar relatos tradicionales y compartir lecturas propias desde nuestras experiencias y saberes diversos.

Más allá del contenido artístico, la visita fue también un espacio para el encuentro. Entre explicaciones improvisadas, risas, comentarios cómplices y anécdotas, el museo se transformó en un lugar vivo y cercano. El arte actuó como hilo conductor para tejer red, fortalecer vínculos y generar un clima de confianza y disfrute colectivo, donde todas nos sentimos parte de un mismo recorrido.

Esta actividad se enmarca en el trabajo cotidiano del Área de Mujer por generar espacios seguros, participativos y transformadores, donde la cultura se convierte en una herramienta para el pensamiento crítico, el empoderamiento y la construcción de comunidad. Una jornada que nos recordó que el arte también se comparte, se conversa y se vive juntas.

Está actividad forma parte del proyecto de Migradas financiado por el Ministerio de Inclusión.