Francisca Sauquillo, presidenta del Movimiento por la Paz -MPDL- desde 1982, anunció en mayo su intención de dejar la presidencia de la ONG pero seguir vinculada a una organización que forma parte de su vida y de la que es parte indisoluble. Hablamos con ella sobre el presente y el futuro de la ONG que es su familia, y de la situación del Tercer Sector ante la crisis de la COVID-19.

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¿Cómo ha cambiado el Tercer Sector desde que asumiste la presidencia de Movimiento por la Paz-MPDL hasta junio de 2021? ¿Y el Movimiento por la Paz -MPDL-?

El Tercer Sector ha cambiado mucho. En este momento están las grandes plataformas como la Plataforma de ONG de Acción Social, la Plataforma de la Infancia, la Plataforma del Voluntariado, la Coordinadora de ONGD, la Federación de Mujeres, la EAPN... y las organizaciones singulares, con una buena coordinación entre todas nosotras para conseguir un diálogo civil con la Administración y luchar contra la pobreza y las desigualdades. Somos reconocidas, a su vez, entre el empresariado, y lo estoy viendo con la campaña de la encuesta solidaria del 0,7. Estamos presentes en diferentes foros de la sociedad.

El Movimiento por la Paz -MPDL- es una organización con prestigio dentro del Tercer Sector y en la actualidad es conocida como una ONG importante. Somos una ONG que trabaja no solo en la cooperación al desarrollo sino también en el sector social y en educación en valores. Hay pocas que trabajan en diferentes aspectos de la sociedad.

¿De qué éxito o éxitos te sientes más orgullosa de haber logrado en todos estos años como presidenta?

Hay muchos éxitos de los que me siento orgullosa. Por citar algunos, el trabajo humanitario que realizamos en la ex Yugoslavia, trabajando con las víctimas de las tres partes en conflicto y haber dejado, al marcharnos después de 20 años, a una ONG local; el trabajo de ayuda humanitaria con personas migrantes en nuestros centros de acogida o el haber sido capaces de mantener la revista Tiempo de Paz, ya en su número 140. Pero, sobre todo, el haber trabajado con un equipo de personas que están entregadas a la organización y algunas que ya no están y siguen teniendo muy buen recuerdo de ella.

¿Cuál va a ser tu nuevo papel como Presidenta de Honor?

Yo seguiré trabajando y representando al Movimiento por la Paz en todo lo que me pida la nueva Junta directiva. El MPDL, como he dicho en muchas ocasiones, es mi familia, la he visto crecer y estar asentada a día de hoy con ánimo y fuerza de luchar contra las injusticias y desigualdades. Agradezco que me nombren Presidenta de Honor.

¿Cuál crees que será la evolución del Tercer Sector tras la enorme sacudida que ha supuesto la crisis del coronavirus?

Creo que el Tercer Sector ha demostrado el trabajo durante toda la crisis y pandemia de la COVID-19, las organizaciones que forman el Tercer Sector se han visto con muchas necesidades que atender y han estado a la altura de las circunstancias. Creo que la Administración española se ha dado cuenta de ello. En la actualidad vamos a ser entidad colaboradora de la Administración General del Estado.

¿Cuál crees que será la evolución de Movimiento por la Paz -MPDL- en el futuro?

El Movimiento por la Paz tiene mucho futuro. Es una ONG que se ha sabido ir adaptando a las necesidades de nuestra sociedad: comenzó como un movimiento pacifista, pasó a trabajar por la cooperación al desarrollo, luego entendió la situación de muchas personas migrantes que llegaban a España, y por último, construyó una Escuela de Paz en el Pozo del Tío Raimundo en Madrid, donde está nuestra sede central. Entendió, además, la descentralización del trabajo en las diferentes comunidades autónomas en las que estamos, con más de 10 delegaciones, pero la coordinación de todas ellas con la sede central.

Estamos trabajando en Europa y somos parte importante de la red SOLIDAR, una de las más importantes en Europa, contamos con un trabajo teórico importante sobre nuestros valores, un buen plan estratégico y trabajamos bien en la práctica.

¿Qué palabras tienes para tu predecesor Manuel de la Rocha Rubí?

Manuel de la Rocha Rubí es el actual vicepresidente desde hace años, conoce bien la organización, los momentos difíciles económicos de la década de los años 90 y la buena situación financiera actual. Cuenta con experiencia en el mundo de las ONG y ha sido un buen parlamentario, conoce bien la Administración española, es muy riguroso. Yo le diría que tiene una buena Junta directiva en la que apoyarse y un buen equipo de trabajadoras y trabajadores, con una buena coordinación de los diferentes sectores de trabajo, Auguro que será capaz de conseguir un mayor implante en España y en Europa en defensa de las personas en situación de mayor vulnerabilidad.

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