Operación botijo para combatir los efectos del cambio climático
Empieza el verano y cada día nos llegan titulares sobre el impacto del calor en hogares, barrios y ciudades. Nos sumamos a la campaña colectiva #OperaciónBotijo impulsada por Futuro en Común.
La campaña #OperaciónBotijo que impulsa Futuro en Común, pretende movilizar a la sociedad y dar ideas para que puedan llevar a cabo prácticas de enfriamiento sostenibles y accesibles para todas las personas, desde los hogares, hasta los barrios y las ciudades. Se trata de pequeñas acciones que no implican gasto energético y que pueden ayudarnos a sobrellevar las altas temperaturas, a adaptarnos a los efectos de la emergencia climática.
Por un lado, tenemos recopilatorios sobre el 2023 siendo el año más caluroso de la historia a nivel mundial (según información de la NASA) o el tercero en España desde 1961, cuando comenzaron las mediciones. Y, por el otro, nos llegan proyecciones para los meses que tenemos por delante que no son nada halagüeñas: la AEMET calcula que estaremos unos dos grados por encima de la media y que los fenómenos meteorológicos extremos serán más y de una mayor envergadura.
Son datos científicos contrastados, pero la buena noticia es que sí existen medidas accesibles para familias y hogares que son eficientes por su bajo o nulo consumo energético. Podemos ayudar a que todas, y especialmente las personas más vulnerables a nuestro alrededor (personas ancianas, enfermas y menores) lo lleven un poquito mejor y a que vecinas y vecinos en los barrios y ciudades también vean que participan en la adaptación al cambio climático en sus comunidades e, incluso, a la mitigación de sus efectos.
MEDIDAS INDIVIDUALES
Más allá de ventiladores o aires acondicionados, la actuación sobre varios elementos presentes en las casas pueden rebajar la temperatura en su interior, de forma bastante sencilla y energéticamente eficiente:
- Cortinas y ventanas: en las horas de más calor, es recomendable cerrar ventanas y bajar persianas. Se podrán abrir durante la noche cuando las temperaturas del exterior bajen y puedan refrescar el interior de las casas. En cuanto al cortinaje, cuanto más tupido mejor puesto que evitará que el calor exterior penetre y, en cualquier caso e independientemente de su grosor, una buena medida es tener a mano un difusor con agua y rociar las telas a primera hora de la mañana o al volver a casa tras el trabajo. Gracias a la evaporación del agua, el calor se invertirá y se refrescará el interior.
- Sábanas: es mejor usar material de algodón y cambiarlas a menudo.
- Trapos: Puedes remojar trapos con agua fría y ponerlos cerca de ventiladores o zonas de corriente de aire en las horas más frescas.
- Luces: la iluminación con led, además de consumir mucho menos, ayuda a no calentar los hogares, ya que bombillas y plafones no aumentan su temperatura, al contrario de las halógenas.
- Electrodomésticos: por la misma razón, para que la energía necesaria para su funcionamiento no caliente las estancias, es más recomendable poner el lavavajillas o la lavadora en horas nocturnas, programando sus ciclos si es posible.
- Uso de cocina: asimismo, al encender fuegos y placas, la temperatura aumenta por lo que, durante su uso, es recomendable mantener la puerta cerrada.
- Vegetación: tanto en interior como en exterior (ventanas, terrazas, tejados o fachadas), la presencia de plantas contribuirá a refrescar los ambientes. Puedes hacer que tu fachada regule más el calor si pones plantas y las riegas bien prontito. También puedes optar por hablar con tu comunidad y poner una envoltura vegetal. Descubre aquí algunos consejos.
MEDIDAS COLECTIVAS
Las soluciones anteriores son fácilmente aplicables a espacios públicos, ya que responden a los mismos principios físicos y pueden contribuir a disminuir la temperatura de calles y plazas:
- Sombras: espacios protegidos de la luz directa son fundamentales para evitar golpes de calor, e incluso pueden bajar la temperatura ambiente. Toldos, pantallas solares, sombrillas y vegetación son las más utilizadas en calles y plazas.
- Reverdecimiento de zonas urbanas: no sólo para proporcionar un techo bajo el que guarecerse, sino que la presencia de más vegetación en las ciudades consigue bajar la temperatura ambiente varios grados por el principio del enfriamiento evaporativo, que consiste en que liberan el agua que contienen sus hojas haciendo que esta se evapore y refrescando la zona a su alrededor, de la misma forma que el difusor de agua en cortinas interiores.
- Reducción del tráfico rodado: el asfalto alcanza altas temperaturas al no ser capaz de absorber el calor, es por ello que es una buena idea reducir los espacios destinados al tráfico o pedir pavimentos transpirables que permitan reducir las emisiones de calor. Hacerlo supone mejorar la temperatura ambiente pero también los gases que emiten los vehículos y que participan significativamente en el cambio climático.
Estas propuestas, acciones e iniciativas ayudan a mitigar las altas temperaturas tanto a nivel individual en los hogares como de forma colectiva a través de propuestas de urbanismo climático. De forma especial, el reverdecimiento de zonas comunes, la apertura de refugios climáticos o las replanificaciones urbanas se ha demostrado que contribuyen significativamente para hacer las ciudades más vivibles en los meses de verano.
El Movimiento por la Paz -MPDL- es una organización dedicada a la promoción de la paz global mediante el fomento de los Derechos Humanos, la gobernabilidad democrática, la igualdad y la solidaridad entre las personas y los pueblos. Su misión es asegurar el pleno cumplimiento de los Derechos Humanos, y su visión es promover una Cultura de Paz a través de la investigación, prevención y actuación ante todos los tipos de violencia. El respeto al medio ambiente es crucial para la misión y visión del Movimiento por la Paz, no solo como un Derecho Humano fundamental, sino también como una condición necesaria para alcanzar y mantener la paz.
El Movimiento por la Paz integra el cuidado del medio ambiente en todas sus acciones porque reconoce que la crisis ambiental es una crisis de Derechos Humanos que amenaza derechos fundamentales como la vida, la salud y la igualdad, siendo esencial abordarla para mantener la paz y la estabilidad mundial. Por ello, promueve una paz ambiental y un enfoque positivo centrado en los ecosistemas y las personas, en sus derechos, así como en la justicia social y de género. Esta perspectiva nos impulsa a actuar de manera responsable y proactiva desde una conciencia global y de especie, para proteger tanto la naturaleza como a las personas, y asegurar la satisfacción de las necesidades básicas de todas las personas y de las futuras generaciones.