Para quienes queremos vivir en una Cultura de Paz, el pleno disfrute de los Derechos Humanos define claramente el tipo de sociedad a la que aspiramos. Para conseguirlo son necesarias actuaciones que impacten en la erradicación de la pobreza y las desigualdades, en la promoción de sociedades libres de cualquier tipo de discriminación y en un desarrollo sostenible que favorezca una economía social y la protección del Medio Ambiente.


La interconexión de las problemáticas actuales nos obliga a responder en términos globales en dos sentidos. Por una parte, acompañando a las personas con servicios específicos que respondan a sus necesidades y promuevan sus derechos. Por otra, sin olvidar que es necesario trabajar a todos los niveles de la política pública nacional e internacional de manera que consigamos trascender a las consecuencias y llegar a la raíz de las causas.

Por ello, el derecho a los servicios básicos de todas las personas y colectivos se convierte en el elemento central de los programas de nuestra organización dentro y fuera de España. El Movimiento por la Paz -MPDL- trabaja por el acceso a la salud y a la alimentación en Mali y en Níger, y la educación ambiental, el cambio climático y la soberanía alimentaria en Nicaragua, entre otras áreas clave de nuestra labor.

En España proporcionamos a personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas los servicios adecuados para su integración en la sociedad a través de los programas de Acogida Humanitaria y de Acogida Temporal y Atención Integral a personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional.

Asimismo el derecho a un empleo digno resulta imperativo, y en un contexto de crisis dentro y fuera de nuestras fronteras, debe tener una respuesta eficaz. Por ello trabajamos con cooperativas en Marruecos, y en España con un servicio de empleo en la mayor parte de nuestras sedes y delegaciones, gestionando formación, ofertas de trabajo y relaciones con empresas para que personas en riesgo de exclusión social puedan acceder a un empleo digno. La promoción de la economía social, que sitúa a las personas en el centro de la economía, es también un eje que fomentamos para el desarrollo equitativo de la sociedad.