8M: Por ti, por mí, por todas

8M: Por ti, por mí, por todas

En este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, reivindicamos la lucha histórica de las mujeres. Estamos cansadas de la invisibilización y el desconocimiento que existe sobre el papel de las mujeres a lo largo de la historia. No somos una moda, una etiqueta o un eslogan, SOMOS LA MITAD DEL MUNDO.


Toda una genealogía de mujeres nos acompaña, que lucharon poniendo sus cuerpos y sacrificando sus vidas para conquistar los derechos que hoy tenemos. Derechos hoy cuestionados, que nunca dejaremos de defender, mientras luchamos por los que faltan. El feminismo es nuestra herramienta, nos ha proporcionado un planteamiento teórico, político, económico, cultural y social para transformar el mundo en el que vivimos. Nuestro movimiento está más vivo que nunca y avanza para construir sociedades libres de violencia, porque SIN FEMINISMO NO HABRÁ PAZ.

Nuestra lucha no consiste en defender únicamente los derechos de las mujeres de aquí, ni las de allá, ni las del norte, ni las del sur, sino los de todas las mujeres que habitan este planeta y de todas las personas que son oprimidas por este sistema patriarcal. Nuestro movimiento es internacionalista y antirracista, lo que le pase a una nos afecta a todas, y por eso nunca dejaremos de decir: si tocan a una nos tocan a todas. Somos antifascistas porque somos hijas de las que lucharon por la libertad. Somos anticapitalistas porque no podemos vivir en un sistema que no contemple los cuidados como forma de vida.

Frente a las violencias machistas y las alianzas patriarcales, nuestro mecanismo de defensa es la SORORIDAD. Nuestras vivencias nos han unido y la toma de conciencia de que todas somos una, no finalizará hasta conseguir la igualdad plena entre todas y todos, y logremos VIVIR EN PAZ.

"El pensamiento feminista nos enseña a todas las personas cómo amar la justicia y la libertad de tal modo que promuevan y reafirmen la vida".

Bell Hooks en El feminismo es para todo el mundo

Las violencias y las discriminaciones las sufrimos en nuestros cuerpos, en nuestras mentes y en nuestras vidas por el mero hecho de ser mujeres. Los derechos de las mujeres no son una moneda de cambio, no se cuestionan, no se negocian. Cuando se legisle debe hacerse con perspectiva de género, siendo las mujeres parte activa en el proceso. Estamos hartas de leyes que se queden a medias por falta de presupuesto. Deben garantizarse recursos comprometidos con la eliminación de la violencia contras las mujeres y con la transformación de la sociedad. Por eso cada año gritamos SIN NOSOTRAS NO HABRÁ PAZ.

No queremos que nos ayudéis, queremos corresponsabilidad; no queremos ideales de amor, queremos responsabilidad afectiva; no queremos violencia sexual, queremos consentimiento y relaciones deseadas; no queremos depender de nadie, queremos autonomía e igualdad de oportunidades; no queremos vuestra cosificación, queremos ser libres y diversas; no queremos la destrucción de la naturaleza, queremos un planeta habitable; no queremos vuestras guerras, queremos vivir en paz; no queremos roles femeninos ni masculinos impuestos, queremos libertad para ser quienes queramos ser.

Porque la revolución feminista ha llegado para quedarse.

Porque queremos cambiarlo todo.

Por eso: juntas, siempre.