NO a las violencias machistas

NO a las violencias machistas

No es nuevo que la propia existencia de las violencias contra las mujeres está en entredicho, siempre lo están en mayor o menor medida: nunca ha existido un consenso social y político pleno en este ámbito. El auge de posturas fundamentalistas y de la extrema derecha en todo el mundo, su acceso a las instituciones y esferas de toma de decisión, hace que peligren los logros alcanzados en el camino hacia la igualdad entre mujeres y hombres y, en especial, en la erradicación de las violencias machistas.


Algo hemos avanzado, en España ahora sus argumentos no justifican los feminicidios como “crímenes pasionales” sino como “divorcios duros”. Es inadmisible que se realicen estas afirmaciones desde puestos de poder, es violencia institucional. Su argumentario legitima a aquellos hombres que no ven ni valoran a las mujeres como iguales para ejercer violencias de todo tipo, incluso asesinarlas. En el ámbito internacional a pesar de que 162 países han aprobado leyes sobre la violencia doméstica, una de cada tres mujeres es víctima de violencia machista en algún momento de su vida; el índice de feminicidios sigue en niveles intolerables; y los cuerpos de las mujeres y niñas que viven en zonas de conflicto continúan considerándose botines de guerra.

Pero ante esta situación nosotras, ellas, todas las mujeres, la mitad del planeta, nos volvemos a levantar y gritamos NO. Como lo hicieron nuestras antepasadas, como lo hacemos hoy y como posiblemente lo harán nuestras hijas.

No al incumplimiento de los Derechos Humanos de las mujeres.

No al borrado de las mujeres del espacio público.

No a la invisibilización de las violencias contra las mujeres categorizándolas como violencias domésticas o familiares.

No a la eliminación o reducción de las partidas presupuestarias destinadas a la erradicación de las violencias contra las mujeres.

No a la difusión de argumentos que tergiversan, minimizan o niegan las violencias machistas.

No a la censura a la educación en igualdad y Derechos Humanos.

No a las desvalorizaciones y criminalización a las personas que trabajamos por la igualdad y la no violencia.

No a la respuesta armada y violenta a los conflictos sociales y políticos

No al sistema machista, racista, colonial, homófobo, belicista, ecocida y patriarcal que sustenta un modelo violento contra las mujeres, la sociedad y el planeta.

Ante la violencia, la sociedad tiene que posicionarse y ser parte activa para su eliminación, de no hacerlo estaremos legitimando su existencia. Porque sabemos que otro mundo es posible y que Sin Nosotras no habrá Paz.