Para las mujeres, la vida y la libertad

Para las mujeres, la vida y la libertad

La muerte de Mahsa Amini, joven kurda de 22 años, a manos de “la policía de la moral” por llevar mal puesto el velo según las normas político religiosas en Irán, fue el detonante y el despertar de una revolución que desde el pasado 16 de septiembre se mantiene viva en las calles del país. Pero el levantamiento popular ha sido violentamente reprimido por el régimen. Según Human Rights Watch, se han contabilizado más de 100 muertes, entre ellas 23 menores de edad, a manos de las fuerzas de seguridad.


En este escenario, las mujeres iraníes han sido las protagonistas, manifestándose en contra de la discriminación, la desigualdad y la violencia de género que llevan años viviendo. Agitando y quemando sus velos, cortándose el cabello, quitándose el hiyab, pisoteando imágenes de líderes iraníes, cantando la canción que se convirtió en himno Baraye, bailando alrededor del fuego… Estas son algunas de las formas en las que se han manifestado y que demuestran la dignidad y valentía de las mujeres en Irán, arriesgando su vida para exigir sus derechos fundamentales.

A pesar de la violenta represión por parte del Estado, las protestas continúan y las mujeres siguen ocupando las calles y los espacios que les han sido prohibidos, rebelándose contra las autoridades y tomando la palabra para reivindicar el derecho a una vida libre de violencias ante un régimen extremista que las discrimina y violenta. Hoy ponemos el foco en las mujeres iraníes, pero debemos hacer visibles a todas aquellas mujeres, como las mujeres afganas, que siguen sometidas y violentadas a nivel institucional y social por el hecho de ser mujeres.

Por eso, hoy exigimos que la lucha por la eliminación de las violencias hacia las mujeres y las niñas sea una prioridad en las agendas políticas, económicas y sociales, a la vez que reclamamos una movilización social y una implicación real de aquellos sectores de la sociedad global que hasta ahora se han visto beneficiados en detrimento de las mujeres. La igualdad no debe dejar de recibir atención y esfuerzos puesto que es una cuestión de democracia plena, justicia, desarrollo y paz.

Ellas hoy son ejemplo de que sin las mujeres no habrá paz.