Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), por agricultura familiar se entienden aquellas actividades agrícolas, forestales, pesqueras, pastoriles y acuícolas gestionadas y operadas por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres.

Agricultura familiar: un viejo remedio para futuros problemas

Los datos son extremadamente reveladores: hoy, el 80% de las personas hambrientas del mundo vive en ámbitos rurales, y de ellas el 72% se dedica a la agricultura. Sin embargo, en las pequeñas explotaciones agrícolas se produce cerca del 70% de los alimentos que se consumen a nivel global. En este contexto, ¿qué papel puede jugar la denominada agricultura familiar para erradicar el hambre en el mundo y, al mismo tiempo, sacar de la pobreza a millones de pequeños agricultores?


Para numerosos actores locales e internacionales (ONG, uniones de agricultores, organismos internacionales, etc.), el rol de la agricultura familiar es crucial. Porque, según ellos, en un contexto global de rápido crecimiento demográfico y creciente presión sobre los ecosistemas, las potencialidades de las pequeñas explotaciones agrarias constituyen un elemento esencial para hacer frente a los tres mayores retos a los que se enfrenta el planeta: alimentar a su población, preservar su biodiversidad y ecosistemas, y generar empleo y fuentes de riqueza para el conjunto de las personas que lo habitan.

¿Qué es la agricultura familiar?

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), por agricultura familiar se entienden aquellas actividades agrícolas, forestales, pesqueras, pastoriles y acuícolas gestionadas y operadas por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres.

Con más de 500 millones de explotaciones agrícolas familiares en el mundo, se trata de la forma predominante de agricultura tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, aportando los recursos familiares el grueso de la fuerza de trabajo agraria a nivel global.

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